Como muchos de nosotros conocemos, el activo en contabilidad es el conjunto de bienes, derechos e inversiones que tiene una empresa dentro de un periodo determinado. Todos los activos juegan un papel importante en las operaciones que maneja una empresa, por tal motivo, se les tiene una adecuada clasificación de cuentas, donde se mide a cada una de ellas por el tiempo de su liquidez y la naturaleza que representa para el ente económico.
Por un lado, se tiene el activo corriente y por debajo están los activos no corrientes o activos fijos que su función es colaborar con las actividades que se manejan en el negocio. En este artículo, veremos solamente el movimiento de lo que es un activo corriente y que cuentas son parte de este sector contable.
¿Qué es un activo corriente?
Los activos corrientes o activos circulantes son los bienes, inversiones y derechos que posee la empresa para uso o consumo en un periodo a corto plazo. Estos activos generan un movimiento recurrente dentro de las actividades que opera la empresa ya que se espera que se vendan, consuman o utilicen en un tiempo no mayor a los doce meses.
Por otro lado, también dentro de este componente del activo se encuentran los gastos pagados por adelantados, son aquellos activos que se utilizan en el trajín de la empresa y forman una presencia significativa para que funcionen las actividades.
El activo corriente es un factor clave para cualquier tipo de empresa, debido a que se puede obtener beneficios económicos en un corto periodo de tiempo y contribuye con los gastos y necesidades diarias que tiene la empresa, además, de cubrir deudas y obligaciones registradas en el pasivo.
De hecho, el activo corriente esta dado para que los recursos que invierte la empresa en las operaciones del negocio se conviertan en liquidez rápidamente o que signifiquen efectivo dentro de un corto tiempo. Entonces, se consideran a los activos corrientes como activos líquidos que no se mantienen en los registros contables por más de un año. Sin embargo, si existe algunos activos que sean difíciles de vender, como es el caso de las empresas que se dedican a la compra y venta de inmuebles, esta situación hace que posiblemente un terreno o edificio no sea un activo fácil de vender, por tal motivo, se excluye estos elementos como parte del activo corriente y se establecen como activos no corrientes o no circulantes.
Entonces, el registro de un activo corriente dependerá de las actividades a que se dedica la empresa y de los productos o servicios que se ofrezca a la clientela.
Cuentas de activo corriente
Recordemos que las cuentas que van en el activo corriente se clasificaran según su tiempo de liquidez y naturaleza. Tomando en cuenta estos factores, las principales cuentas que la componen son:
- Caja
- Banco
- Caja chica
- Inversiones a corto plazo
- Cuentas y documentos por cobrar
- Documentos en cobranza
- Documentos vencidos
- Documentos en ejecución
- Deudores varios
- Inventarios de mercaderías
- Deudas pagadas por adelantado
- Anticipo de sueldos a los empleados
Todas las cuentas de activo corriente están bajo una estructura que les permite tener una correcta clasificación. Para ello están los sub grupo de un activo corriente:
- Activo disponible
- Activo exigible
- Activo realizable
- Activo diferido
El activo disponible, registra todas las cuentas del activo corriente que representan al efectivo o sus equivalentes, por ejemplo, la cuenta caja, caja chica, banco e incluso las inversiones que tiene a corto plazo.
El activo exigible, registra el listado de cuentas de activo corriente que representan a las deudas que se comprometen los clientes con la empresa. Este sector del balance general almacena los registros de todos los movimientos que tiene una deuda por cobrar, desde inicio hasta el final de plan de pagos.
El activo realizable, es el grupo de activos que determina el saldo de las existencias de mercaderías, es decir, aquí se establece la cantidad disponible que hay en productos para la venta. En caso, de ser una empresa industrial que se dedica a la fabricación de un producto, necesariamente se debe registrar todo su proceso de producción dentro de este activo corriente, como ser; materias primas, productos semielaborados, hasta la obtención del producto terminado listo para comercializarlo.
El activo diferido, son los pagos que hace la entidad de forma adelantada, en este caso, si la empresa decide pagar una obligación antes de su vencimiento como es el caso de alquileres, seguros o sueldos de los empleados, se puede reconocer como un activo corriente ya que son elementos que hacen parte de las funciones que desenvuelve la empresa.
Según las cuentas del activo corriente que ya se mencionaron anteriormente, se puede conseguir la siguiente estructura:
El objetivo de tener todos los activos corrientes bien ordenados en los registros de la contabilidad contribuye a la mejor comprensión y análisis de cuentas, es posible poder comparar la misma cuenta corriente de una gestión a otra. Además, la contabilidad es una rama sistematizada y ordenada que lleva cuidadosamente todos los registros financieros que recolecta un ente económico en el transcurso de sus operaciones comerciales. Por tal motivo, es un requisito fundamental para poder ser validado como un componente que hace parte de los estados financieros.
Si no tuviera participación cada una de las cuentas que integran el activo corriente seria un poco complicado conocer los movimientos que se realizan en el negocio y se llevaría un desorden de información que posiblemente conlleve a una pérdida de recursos económicos. Cada cuenta del activo corriente ayuda a poder conocer la situación económica actual de la empresa y se tiene conocimiento del alcance que se puede obtener financieramente para cubrir deudas u obligaciones.
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Tanto las cuentas que pertenecen al activo corriente y las cuentas de activo no circulante se enfrentan a los pasivos que contrae la empresa. La formula de razón circulante indica que si el activo corriente es mayor que el pasivo corriente se tiene la capacidad y solvencia suficiente para cubrir todas las responsabilidad del pasivo, lo que significa que la empresa puede recurrir a la adquisición de nuevos activos para ampliar su desarrollo económico o distribuir las utilidades con los socios o accionistas de la empresa.