Activos Fijos No Corrientes

Dentro de una contabilidad podemos encontrar diferentes partidas que se encuentran clasificadas según su naturaleza o tiempo de liquidez, entre estas encontramos a los activos fijos no corrientes.

Para que tengas un conocimiento más claro, a continuación veremos que son estos activos fijos no corrientes, como se clasifican, que características tienen y porque son importantes para una empresa.

¿Qué son los activos fijos no corrientes?

Los activos fijos no corrientes son los bienes materiales e inmateriales que tiene una empresa para uso dentro de sus actividades, cuya infraestructura está dividida por 2 categorías que son el activo fijo tangible y el activo fijo intangible.

El activo fijo no corriente es un bien que opera con las necesidades del negocio y se caracteriza por ser duradero o de permanencia mayor a un año. De hecho, estos activos no están destinados a su venta o comercialización ya que su propósito es colaborar con el desarrollo de las actividades de la empresa.

En caso de querer vender un activo fijo deberá ser considerado después de los doce meses, ya que es un activo no corriente a largo plazo.

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Clasificación de los activos fijos no corrientes

Los activos fijos no corrientes son clasificados según su naturaleza:

Activos fijos tangibles

Son los bienes materiales de propiedad de la empresa que están en disposición para uso dentro de las actividades comerciales, por ejemplo, los terrenos, edificios, muebles, maquinarias, computadoras, escritorios, vehículos y demás elementos físicos que se manejan en las operaciones del negocio.

Activos fijos intangibles

Son aquellos bienes inmateriales que no se pueden identificar por su físico, es decir, no existe una presencia a simple vista, pero representan un valor de adquisición para la empresa, lo que significa que se lo debe registrar dentro de sus activos. Entre estos activos encontramos, los derechos de uso, crédito mercantil, licencias, paquetes de computación, patentes y entre otros elementos que tienen un valor, pero que no reflejan una presencia física.

Características de un activo fijo no corriente

Entre las principales características de estos activos, tenemos:

Son activos que no están destinados a la venta.
Su vida útil o permanencia en una empresa son a largo plazo.
Según su naturaleza se los llega a identificar físicamente, pero, también existen activos que no tienen una presencia física.
Son activos que se registran con el costo de su adquisición y a lo largo de su trayectoria se irán depreciando.
Son útiles para contribuir con el desarrollo de la producción o comercialización de bienes o servicios que ofrece la empresa.

¿Qué es la depreciación de un activo fijo?

La depreciación de un activo fijo es un mecanismo que se elabora por el desgaste que vive el bien, es decir, es el valor que se le resta al costo inicial que tuvo el activo fijo por el consumo o daño que obtuvo en el transcurso de su tiempo.

Los activos fijos no corrientes están expuestos a una depreciación por el desarrollo de sus actividades que desenvuelven en el trajín de la empresa. Dentro de la contabilidad se irá reflejando su saldo a medida que pasa el tiempo y la vida útil del activo se irá reduciendo hasta llegar a un momento donde el activo necesite ser renovado por uno nuevo.

Recomendación

Cada uno de los activos fijos no corrientes están sujetos a una clasificación que los mide a los bienes de acuerdo a su naturaleza, por tal motivo, es importante que se reconozca e identifique correctamente a los activos fijos para llevar un buen registro y que no presente inconvenientes a la hora de su análisis o estudio de cuentas.

Dependiendo al tipo de sociedad empresarial estos activos fijos irán demostrando un desgaste mayor a diferencia de otros, no obstante, por esta razón la empresa deberá conocer y vigilar exhaustivamente la actividad de los bienes para tener presente un mantenimiento o programar a largo plazo un reemplazo de estos activos fijos no corrientes.

Conclusión

En conclusión, los activos fijos son parte de los activos no corrientes y se dividen en dos categorías que se encuentran separadas por su naturaleza, pero, que juntas van reflejadas en el balance de situación financiera de la empresa. Por otro lado, son bienes con una permanencia a largo plazo y que no deberán ser comercializados por que su participación es ayudar al desarrollo de las actividades que maneja la organización empresarial.